Ante todo, nuestro principal foco con Land Rover fue ser extremadamente exigentes en los detalles y la ejecución, centrándonos fuertemente en la experiencia del cliente y en una conceptualización disruptiva que sea capaz de sorprender a los exigentes clientes de la marca.
El desafío de sorprender a los clientes de una marca como Land Rover implica, más que extensos presupuestos, un desarrollo creativo profundo de un equipo con la mente abierta a experimentar y tomar riesgos.